lunes, 25 de agosto de 2008

El turismo y la cultura

Recibiendo Certificación Normas de Calidad Turística en Bs. As.
1º Balneario Camping del país de gestión pública.
Municipalidad de la Ciudad de San José - Entre Ríos-


Una de las ramas de la actividad económica de más fuerte desarrollo a escala mundial, en las últimas décadas, es justamente el turismo.
Este aumenta y diversifica la actividad económica por lo tanto; genera empleo, mejora la imagen de una ciudad y el equipamiento tanto para residentes como
para los que nos visitan. Ahora bien cual es su relación con la cultura; luego de una larga etapa de oscuridad de lo que se consideraba la ciudad industrial hay un renacimiento, un hombre que puede y quiere consumir bienes y servicios y tiene tiempo libre, cuenta con recursos económicos suficientes, pero a la vez está formado en valores de la posmodernidad.
Cuando ciudades como las nuestras relativamente pequeñas(20.000 hab.) tratan de captar al turista para que venga a dejar beneficios para la población local debe plantearse o al menos definir que perfil de ciudad desea transmitir, porque algunas administraciones políticas buscan el turismo de masas, pero a su vez existe el deseo de que el turista que las visita tenga una motivación primariamente cultural, de personas con conocimientos, de una determinada elite.
Si bien esto es cierto, que muchos turistas visitan un destino turístico por sus museos, sus obras de arte etc. también es cierto que tras de esto hay otras motivaciones, descanso, placer, diversión, el consumo mismo suele ser un motivo para viajar, ya que tanto organismos públicos como los tours operadores suelen estimular al turista a consumir.
Tenemos que aceptar que el acercamiento del turismo y la cultura es muy reciente, principalmente en nuestro país, y también debemos aceptar que es una relación bastante compleja.
Por otra parte muchas ciudades están utilizando como recurso turístico a la cultura, pero a su vez se teme que las actividades del turista pueda poner en peligro ese patrimonio cultural, material e inmaterial, o que el segmento se fragmente y sea sólo para determinado perfil de turistas.
Personalmente no lo veo solamente como un aporte valioso de la conservación, la inversión, la revalorización de la cultura, sino también como la gran oportunidad de que a través de políticas definidas, planificadas y consensuadas se puedan generar espacios de encuentros y de convivencia social incentivando al turista a consumir nuestra oferta cultural.
Esta nueva tendencia del turismo cultural se apoya y fundamenta en un turista que consume arte, cultura,patrimonio, pero a su vez toma sol en la playa, va al casino, juega en las maquinitas es capaz de disfrutar a través de la exaltación del espíritu de una exposición, de un museo y a través de sus motivaciones consumista comprar ropa, bailar toda la noche o ver un partido de fútbol en un estadio famoso.
Por ello, creo fervientemente que el turismo y la cultura deben ir juntas; así lo deja explicitado la UNESCO, OMT,OCPM, ICOMO, ICOM, etc.
Apuesto por qué la complejidad de la actividad turística no sea un factor disociativo para poder lograr un nuevo paradigma donde el turismo y la cultura juntas sean generadora de otras motivaciones para captar ese hombre de la posmodernidad, que ya existe en el mercado y que si se atiende a todas estas necesidades se estará ante una nueva perspectiva de un futuro verdadero y sustentable del turismo cultural marco de referencia de la actuación de ahora en más del ser humano.

miércoles, 20 de agosto de 2008